Un niño argentino con la pierna amputada presta su bastón a otro para poder seguir un partido
DIARIO EL PAIS
Buenos Aires
El espectáculo en el fútbol argentino
casi siempre está en las gradas. Una fotografía que se tomó el pasado
sábado en el estadio de Racing Club, de primera división, se ha
viralizado en las redes sociales y ha permitido que se conozca una
historia de compañerismo. La foto muestra a dos chicos subidos cada uno a
una muleta para poder ver el campo de juego por encima de una pared de
seguridad de 1,70 metros. La escena transcurrió durante el encuentro que
jugaron Racing con Temperley y que significó la despedida del fútbol del atacante Diego Milito.
El dueño de las muletas se llama Santiago Fretes, tiene 10 años y por una malformación genética tiene amputada su pierna derecha. Sin embargo, se las apaña para jugar al fútbol de manera magistral en el Club Unión de Del Viso, en la localidad de Pilar (a 58 km de Buenos Aires), donde vive. Basta ver los vídeos que hay en el twitter de la madre (@sabribonomo) para comprobar los golazos que hace con una pierna. Al niño nada parece detenerlo. A pesar de todo juega al fútbol, practica taekwondo, escala en palestra y hasta se dio el lujo de esquiar.
Santiago no pensaba en la foto cuando ayudó a su compañero a subirse a
la valla. Sus argumentos son más simples: “Yo estaba viendo a Milito
dar la vuelta a la cancha y mi amigo no llegaba, estaba saltando para
asomarse. Entonces le presté una de mis muletas para que subiera. Yo
siempre me subo para llegar”, cuenta al periódico El Argentino Zona
Norte. Más tarde, en conversación con EL PAÍS, el niño asegura que el exdelantero de Zaragoza de España, Inter y Génova de Italia
es su modelo a seguir: “Me gusta mucho, es mi gran ídolo, aunque me
gustan todos los jugadores de Racing. Milito es un re jugador y me gusta
todo lo que hace”.
El dueño de las muletas se llama Santiago Fretes, tiene 10 años y por una malformación genética tiene amputada su pierna derecha. Sin embargo, se las apaña para jugar al fútbol de manera magistral en el Club Unión de Del Viso, en la localidad de Pilar (a 58 km de Buenos Aires), donde vive. Basta ver los vídeos que hay en el twitter de la madre (@sabribonomo) para comprobar los golazos que hace con una pierna. Al niño nada parece detenerlo. A pesar de todo juega al fútbol, practica taekwondo, escala en palestra y hasta se dio el lujo de esquiar.
“Antes íbamos más seguido al estadio, ahora solo podemos los domingos porque yo tengo la semana ocupada, pero el sábado dejé todo de lado porque se retiraba Milito y Santi no quería perdérselo”, relata Sabrina Bonomo, mamá del niño. “Tuvo la oportunidad de conocerlo el año pasado porque hicieron la pretemporada cerca de mi casa. Pudimos ir y entrar, miró el entrenamiento y todos los muchachos se sacaron una foto con él, le regalaron una camiseta firmada y Milito le dio sus botines. A partir de eso nos contactó Racing Integrado (parte del departamento social del club) y por eso no sacamos entrada para asistir”, agrega.
La madre cuenta que el niño vive con naturalidad su pierna amputada.
“El nació así y lo criamos en plan ‘arreglate solo’. Por ahora, y
gracias a Dios, nunca fue de bajonearse (deprimirse), y no solo en el
deporte, sino en el colegio, donde tiene un buen desempeño, salvo en
inglés”. “Una vez me preguntó por su problema y le expliqué sin rodeos,
porque no tenemos secretos. Le dije que así como hay un compañero
orejón, otro gordito y otro petiso, a él le toco nacer así. Aunque Santi
no tiene ningún impedimento: anda en bici, a caballo, se tira de todos
lados. Se lastimó unas cuantas veces pero se levanta y sigue”. Para él
todo es normal. Le sobraba una muleta y la prestó. Nada más.
No hay comentarios:
Publicar un comentario